En esta unidad, se definirá lo que es la violencia psicológica, también conocida como maltrato o abuso psicológico, emocional o mental hacia niñas, niños o adolescentes (NNA). En cualquiera de sus modalidades, es una forma negativa y agresiva de relación personal; tiene una honda repercusión en el desarrollo psicológico de NNA, estos efectos pueden manifestarse a corto, mediano y largo plazo. Es una forma sutil, pero generalizada de violencia/maltrato/abuso y probablemente la expresión más frecuente, pero la menos estudiada, como consecuencia de que no se producen lesiones físicas. Sus repercusiones varían según la edad de los NNA, el sitio donde ocurren y las personas generadoras de esta forma de violencia. En esta unidad, se verá su epidemiología, clasificación de la severidad de las conductas, las manifestaciones clínicas, los indicadores físicos, conductuales y emocionales en NNA, las características que pueden estar presentes en las personas que generan este tipo de violencia, las consecuencias en NNA y cómo abordar el diagnóstico, su prevención y tratamiento.
(s. a.) (s. f.). Abuso psicológico [fotografía]. Tomada de http://www.manapdc.com/images/blog/1474844321.jpg
Para esta forma de violencia se emplean distintos términos, como violencia, maltrato, abuso psicológico, emocional o mental. Para fines de claridad en el texto, utilizaremos el término violencia psicológica, aunque es importante que consideres que puedes encontrar este tipo de violencia bajo todos estos términos. Con base en el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas (Comentario general no. 13), la violencia psicológica incluye a) asustar, aterrorizar, amenazar, explotar, rechazar, aislar, ignorar, insultar, humillar y ridiculizar a NNA, b) negar su capacidad de respuesta emocional, c) exponer a un NNA a la violencia doméstica, d) el acoso psicológico y las “novatadas” también se clasifican como violencia emocional y e) los tipos extremos de tal violencia incluyen someter a un NNA a confinamiento solitario u otras condiciones degradantes de detención.
La Norma Oficial Mexicana NOM-046-SSA2-2005 sobre violencia familiar, sexual y contra las mujeres define al maltrato psicológico como la acción u omisión que provoca en quien lo recibe alteraciones psicológicas o trastornos. Igualmente, brinda los indicadores para violencia psicológica: autoestima baja, sentimientos de miedo, ira, vulnerabilidad, tristeza, humillación, desesperación, entre otros, o trastornos psiquiátricos y del estado de ánimo o ansiedad, por estrés postraumático, de personalidad, abuso o dependencia a sustancias, ideación o intento suicida, entre otros.
En esta modalidad de violencia, se generan acciones verbales o simbólicas no accidentales que resultan en un daño psicológico significativo.
De acuerdo con Longitudinal Studies of Child Abuse and Neglect (1997), las conductas abusivas psicológicas pueden clasificarse en cinco severidades. En el siguiente diagrama, se mencionan las conductas más características; en la tabla, algunos ejemplos de las mismas. Esta clasificación nos permite tener una aproximación a la severidad de las conductas que pueden experimentar NNA. Las severidades 1 y 2 las hemos considerado como maltrato/violencia/abuso psicológico leve, la 3 como moderado y las 4 y 5 como severo. La severidad no necesariamente tiene relación con los efectos que esta violencia puede generar en NNA que la viven, pero sí nos puede orientar a las acciones que podemos llevar a cabo para su atención, prevención y por seguridad de NNA.
Conductas más características de la violencia psicológica por grados de severidad
Ejemplos de conductas abusivas psicológicas por severidad
Para una mejor identificación de las manifestaciones clínicas, se desarrollaron indicadores clínicos que se observan comúnmente en NNA víctimas de esta forma de violencia.
Indicadores físicos
Indicadores conductuales y emocionales
Indicadores en la persona adulta y el contexto
En el siguiente esquema, se presentan las manifestaciones clínicas de acuerdo con su frecuencia:
AltText. Adulto regañando a un niño. (s. a.) (s. f.). Maltrato [fotografía]. Tomada de http://qconsciencia.com/wp-content/uploads/2016/07/tumblr_inline_o3bdxzwVHM1t9g35c_500.jpg
La violencia psicológica puede causar sentimientos de confusión o desesperación, que, a su vez, llegan a ser origen de cuadros de ambivalencia en el comportamiento entre lo bueno y lo malo. A pesar de que los NNA sigan físicamente dentro del núcleo familiar agresor, estarán en una posición de exclusión o subvaloración, iniciando, de esta manera, algún trastorno que incida directamente sobre el desarrollo de la personalidad. Aun en estas circunstancias, los NNA pueden reestructurar con sus padres el vínculo de apego, expresando, con ello, su capacidad de resiliencia.
Kempe et ál. (1962) señalan que todo comportamiento de los NNA que se considere irritante para el padre/cuidador/tutor con escasas defensas anímicas puede desatar la violencia. Las características comunes de las personas que ejercen conductas violentas son:
(s. a.) (s. f.). La educación de “mano dura” puede “reducir” el cerebro de los niños [fotografía]. Tomada de https://s1.abcstatics.com/media/ciencia/2021/03/22/Fotolia_21137266_Subscription_Monthlyuyouy-kiVC--1248x698@abc.jpg
Los factores que influyen sobre los efectos de esta forma de violencia incluyen experiencias en la crianza temprana; frecuencia, intensidad y duración del abuso; factores intrínsecos de NNA (como estrategias de afrontamiento y autoestima); y la disponibilidad de relaciones interpersonales de apoyo (Kairys et ál., 2002). Si esta forma de violencia constituye un patrón crónico, puede afectar destructivamente el sentido de identidad y seguridad personal, lo cual puede conducir a efectos negativos sobre las siguientes áreas (Sauceda y Maldonado, 2016):
La violencia psicológica distorsiona el desarrollo afectivo de los NNA y el apego a sus padres/cuidadores/tutores; asimismo, altera la capacidad para desarrollar respuestas emocionales apropiadas y suele conducir a dificultades emocionales durante toda la vida; igualmente, deteriora la adaptación social, la conducta, la habilidad para solucionar problemas y logros en la escuela.
Se ha comprobado que la mayoría de los niños que han sufrido abuso psicológico severo tiene, al menos, un diagnóstico de trastorno psiquiátrico y el 75 % de ellos presenta dos o más trastornos. Las rutas que se han asociado entre maltrato/violencia/abuso psicológico con la generación de depresión son la desesperanza (sentir que no hay manera de resolver los problemas), la rumiación melancólica (estar pensando todo el día en la sensación de tristeza), los estilos cognitivos negativos (distorsiones o percepción distorsionada de la realidad), los esquemas desadaptativos (la negación y la evitación) y la desregulación emocional (no se logran controlar efectivamente las emociones).
Sufrir maltrato infantil ocasiona una repercusión psicológica de grado variable y sus efectos se extienden hasta otras áreas del organismo. En consecuencia, el estado nutricio, el crecimiento y la conducta alimentaria llegan a verse alterados.
Desnutrición y detención del crecimiento
Un bajo nivel de estimulación en el hogar, una madre tradicional pasiva que no percibe las necesidades de su hija o hijo y que tiene hacia ella o él una respuesta mínima son factores asociados a un grado severo de desnutrición, lo cual no es sólo unidireccional, sino que pueden estar presentes características temperamentales o constituciones de la niña o el niño. NNA débiles, enfermizos o irritables probablemente contribuyan al estrés psicológico de los padres.
Es fácil considerar que se puede dar abuso/violencia/maltrato psicológico sin que haya abuso físico, pero no es tan sencillo separarlos a la inversa. Cuando hay violencia física, se puede afirmar que casi siempre hay daño psicológico. Esta violencia muy pocas veces se presenta sola, pues hasta en un 90 % de los casos se acompaña de otras formas.
Así, se afirma que, en cualquier tipo de violencia/abuso/maltrato, siempre estará presente el abuso psicológico. Éste puede manifestarse antes, durante y después de cualquier tipo de violencia/abuso/maltrato, por lo que se puede considerar que el abuso psicológico es primario a cualquier forma de maltrato.
Consecuencias de los diferentes tipos de abuso en combinación con la violencia psicológica |
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Área |
Físico |
Negligencia |
Abuso sexual |
Cognoscitiva (intelectual) |
Retraso en el desarrollo de sus capacidades intelectuales o la coordinación de movimientos, en comparación a otros niños de la misma edad |
Retraso severo en el desarrollo de capacidades intelectuales |
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Falta de coordinación motriz, en comparación con sus iguales |
Retraso en las habilidades motrices |
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Bajo rendimiento académico |
Acentuado el bajo rendimiento académico |
Bajo rendimiento académico en algunas áreas, por falta de atención |
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Carencia de iniciativa en tareas requeridas |
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Dependencia en ayuda para tareas requeridas |
Necesidad de aprobación por los adultos |
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Ausentismo escolar |
Ausentismo, deserción escolar |
Ausentismo, deserción escolar |
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Conductas emocionales |
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Autoestimulación, movimientos estereotipados (balanceo) |
Ansiedad, preocupación excesiva, fatiga, dificultad para concentrarse, trastornos del sueño, alimentarios, inquietud motora, dolores o entumecimientos musculares |
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Cuadros depresivos |
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Estrés postraumático |
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Estrés postraumático |
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Conductas sociales |
Inadaptación |
Aislamiento, inadaptación |
Conducta social oscilante entre la adaptación, inadaptación y agresividad |
Conductas agresivas |
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Conductas hipersexuales, movimientos coitales, masturbación frecuente, |
Para realizar el diagnóstico de violencia/abuso/maltrato psicológico, es importante observar diversos factores que pueden estar involucrados para que se suscite el fenómeno:
Existe un instrumento de tamizaje y de autorreporte que fue validado en adolescentes mexicanos, que nos puede ayudar a identificar esta forma de violencia. A continuación, se muestra la sección de violencia psicológica del ICAST-C (ISPCAN child abuse screening tool), validada por los autores Casas-Muñoz et ál. (2022). El color de la pregunta indica la clasificación de la severidad de la conducta violenta; a mayor color, mayor severidad.
En alguna medida, es posible prevenir o atenuar la violencia/abuso/maltrato psicológico mediante orientación a los padres/cuidadores sobre técnicas de crianza apropiadas, que incluyan evitar los regaños o insultos a NNA; también puede ser útil discutir con ellos las creencias distorsionadas que pudieran tener sobre la educación.
Se sabe que esta forma de violencia acarrea una carga pesada para la sociedad en términos de fracasos escolares, delincuencia y costos de servicios médicos como consecuencia de la pobre salud mental de las víctimas. Por estas y otras razones, se hace necesario que las médicas, los médicos y demás profesionales de la salud exploren la existencia de técnicas de crianza o creencias inadecuadas por parte de los cuidadores de NNA, proporcionen orientación psicoeducativa y, en su caso, refieran a la familia al psiquiatra infantil, psicólogo o trabajador social psiquiátrico para su evaluación y tratamiento especializado. Los pediatras y los médicos familiares están en una posición privilegiada para intervenir en la detección de creencias erróneas en los padres/cuidadores/tutores y de acciones generadoras de abusos en los NNA que atienden.
Tratamiento de la violencia psicológica
Al igual que otras formas de violencia/abuso/maltrato, las metas son reducirlo o suprimirlo, prevenir su recurrencia y disminuir sus efectos dañinos. Empero, las denuncias legales raramente son parte significativa del tratamiento; son preferibles las intervenciones psicoeducativas y psicoterapéuticas, lo cual puede hacerse en coordinación con la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (PPNNA) o a la Procuraduría de Justicia o el ministerio público para que se activen estos mecanismos. Las intervenciones habrán de hacerse, sobre todo, dirigidas al núcleo familiar; sus objetivos tienen dos grandes áreas de incidencia: la educativa, cambio de creencias, modelos educativos, pautas y actitudes; y la terapéutica, buscando la revisión de lazos afectivos y vivencias antiguas tanto de índole personal como grupal.
El objetivo general en la intervención directa con NNA, sea en el seno del grupo familiar o sea de manera individual por las circunstancias que lo acompañen, siempre estará en la constelación de la autoestima, la revalorización de la persona desprestigiada, pasando por experiencias y valoraciones que clarifiquen el autoconcepto de los NNA.
La protección inmediata, que sólo puede lograrse separando al cuidador de los NNA, pocas veces es recomendable, quizá solamente en casos severos (Gordillo et ál., 2017). Lo que sí es sugerible hacer es la notificación a la PPNNA o a la Procuraduría de Justicia o el ministerio público para que se activen estos mecanismos, para que se brinde apoyo y seguimiento a los NNA y su familia.
Si el padre, la madre o ambos no logran aceptar la existencia de un hijo, pueden optar por ejercer diversas modalidades de violencia/maltrato/abuso, entendiendo su situación como una imposición del destino. La hija o el hijo será para ellos un intruso, aunque acepten tenerlo y criarlo. Lo más frecuente es que, en estos casos, la niña o el niño crezca en medio de grandes privaciones afectivas.
Sí, le dan comida, pero sin amor. Sí, le dan techo, pero se siente un extraño en su hogar. Los sentimientos reprimidos siempre retornan, aunque generalmente vestidos con otro ropaje.
A continuación, te presentamos algunas preguntas que te ayudarán a incrementar tu confianza para identificar a NNA que estén viviendo violencia/abuso/maltrato psicológico.
Fuentes de información
Bibliografía
Casas-Muñoz, A., Velasco-Rojano, Á. E., González-García, N., Benjet, C., Caraveo-Anduaga, J. J., Martínez-Vélez, N. A. y Loredo-Abdalá, A. (2022, noviembre). ISCAN child abuse screening tool for children (ICAST-C): translation and adaptation to Mexican Spanish, and psychometric properties tested in Mexico City adolescents. Child Abuse and Neglect, 133.
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Loredo-Abdalá, A. (2017). Maltrato en niños y adolescentes. Editores de Textos Mexicanos.
Loredo, A., Trejo, J., García, C., Portillo, A., López, G. E., Alcántar, M. I., Mendoza, O., Hernández, A., Sauceda, J. M., Capistrán, A., Carballo, R., Ramos, L., De la Llata, M., Sotelo, J., Guicho, E., Villanueva, H., Sotelo, M. T. y Ortiz, S. G. (2011, enero-febrero). Maltrato infantil: una acción interdisciplinaria e interinstitucional en México. Consenso de la Comisión para el Estudio y Atención Integral del Niño Maltratado. Segunda parte. Salud Mental,34(1), 67-71.
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Sauceda, J. M. y Maldonado, J. M. (2016, septiembre-octubre). El abuso psicológico al niño en la familia. Revista de la Facultad de Medicina, 59(5), 15-25.
Documentos electrónicos
Longitudinal Studies of Child Abuse and Neglect. (1997). Modified Maltreatment Classification System (MMCS). http://longscan.research.unc.edu/
Secretaria de Salud. Norma Oficial Mexicana 046-SSA2-2005, Violencia familiar, sexual y contra las mujeres. Criterios para la prevención y atención [versión electrónica]. Última reforma publicada en el DOF el 24/03/2016. https://www.cndh.org.mx/sites/default/files/doc/Programas/VIH/LeyesNormasReglamentos/NormaOficialMexicana/NOM-046-SSA2-2005_ViolenciaFamiliarSexual.pdf
Cómo citar
Casas-Muñoz, A., Rodríguez-Caballero, A., Velasco-Rojano, Á. E. y Loredo-Abdalá, A. (2023). Violencia Psicológica en Niñas, Niños y Adolescentes. Unidades de Apoyo para el Aprendizaje. CUAIEED/Facultad de Medicina-UNAM. (Vínculo)