Lesiones

Las siguientes lesiones son altamente sugestivas de violencia física:


  • Lesiones múltiples y en diferentes partes del cuerpo, ojos moreteados, párpados hinchados, hemorragia en el ojo por impacto directo.
  • Huellas de mordeduras humanas, múltiples cicatrices en zonas no visibles del cuerpo, marcas de ataduras en muñecas y tobillos.
  • Fracturas simples, múltiples o expuestas no explicables o confusas, que atraviesan las suturas en cráneo; esguinces de hombros, brazos, cuello, columna, rodillas y tobillos; fracturas de repetición o en diferentes grados de consolidación.
  • Fracturas de huesos que incluyen cualquier parte del cuerpo y pueden ser por arrancamiento, por mecanismos de tracción y torsión simultánea y forzada; fracturas de cráneo —cabeza— de varios tipos, algunas de ellas se observan como hundimientos y separación de los huesos craneales.
  • Fractura de los huesos propios de la nariz, tabique y mandíbula por impacto directo.
  • Quemaduras por químicos, cigarros, planchas, hornilla, sartén, agua hirviendo o frío —manos y pies hinchados y rojos o morados cuando baja la temperatura corporal—.
  • Jalones de cabello que condicionan zonas del cuero cabelludo a quedarse sin pelo con diferentes longitudes.
  • Cicatrices u otras lesiones menores, pero numerosas; lesiones o afectaciones distintas a la causa de la consulta.
  • Deterioro del estado de conciencia —alerta— por trauma en cráneo —cabeza— o columna vertebral.
  • Estallamiento de uno o varios órganos del abdomen por trauma directo.
  • Arrancamiento parcial del pabellón auricular —oreja— por jaloneo.
  • Datos

    Los siguientes datos nos orientan a sospechar violencia física durante el abordaje de un NNA:


  • Antecedentes incompatibles con el tipo o la gravedad de la lesión. La distribución de las lesiones o el tipo de lesión no se ajusta al mecanismo informado; la anamnesis es compatible con una lesión menor —caída corta, rodar fuera de la cama, etc.—, pero se encuentra evidencia de un trauma mayor o se encuentran lesiones múltiples de diferentes edades para las cuales no se ha buscado atención previa ni se ha brindado una explicación adecuada.
  • El historial de la lesión es vago, incompleto, carece de detalles o no fue presenciado.
  • Los detalles de la historia cambian con el tiempo.
  • Antecedentes incompatibles con la etapa de desarrollo del paciente; por ejemplo, en un niño de cuatro meses con una fractura transversal de fémur, ésta no podría ser causada al ponerse de pie en una mesa de baja altura, ya que a esta edad todavía no habría logrado pararse.
  • Retraso significativo entre el momento de la lesión y el de la presentación.
  • El padre/cuidador/tutor u otros adultos en el hogar brindan relatos contradictorios de la lesión.
  • Las interacciones entre los padres y el niño son tensas, hostiles o sin emociones respecto a una lesión grave.
  • Alerta

    Se deben tomar como banderas rojas del historial médico lo siguiente:


  • Un historial o evidencia de "accidentes" o lesiones repetidos.
  • Antecedentes o evidencia de fracturas múltiples o cicatrices antiguas que sugieran una lesión infligida anteriormente.
  • Muertes previas en la familia de niñas o niños por causas no claras o dudosas.
  • Presencia de mordeduras de adulto en el cuerpo del infante, sobre todo en niñas y niños menores de seis años.