► Brindar las comidas en un ambiente familiar y tranquilo.
► Cada nuevo alimento que se incorpore a la dieta debe ofrecerse de manera gradual.
► Establecer horarios de alimentos y destinar un lugar específico para ello. Los niños deberán colaborar en la colocación de la mesa y en la preparación de los alimentos.
► Emplear preparaciones sencillas (al horno, cocidos o asados), evitando alimentos fritos, capeados o empanizados.
► Evitar alimentos con sabores muy fuertes y comidas muy condimentadas.
► En el escolar, se deberá prevenir la omisión del desayuno o un desayuno de baja calidad, así como dar colaciones insuficientes o mal seleccionadas (Secretaría de Salud, 2015).