El Signo Lingüístico

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Introducción


El mundo es un signo que solicita descifrarlo. La naturaleza se comunica con los seres que la habitan, pero no lo hace de forma intencionada. Animales y humanos están capacitados para leer su entorno. Si la tierra tiembla, el viento sopla con fuerza o una tormenta derriba árboles, las criaturas se preparan para emprender la huída; sin embargo, los seres humanos han desarrollado una cualidad compleja de comunicación a través de dibujos y palabras. En el periodo paleolítico, los primeros hombres pintaban sus cuevas representando bisontes y describían su actividad preferida: la cacería.

Posteriormente, cada objeto se nombró, dependiendo de la zona geográfica a la que los hablantes pertenecían. En México existen 64 variedades de maíz y cada una lleva un nombre. Imaginar cuántos animales, plantas, lugares y palabras desconocemos es abrumador.

Este material te permitirá acercarte al estudio de los signos y a la teoría del signo lingüístico, la cual se gestó en 1916, revolucionando la forma de ver la lengua. En la actualidad se tiene una idea más clara sobre la diversidad de los signos.


Muestreo

Pintura rupestre.

Diferenciar el signo lingüístico de otros signos, a partir del reconocimiento de sus características y funciones, con el fin de entender la diversidad de las lenguas.

Los signos


Antes de comenzar es necesario definir qué es un signo. De acuerdo con Raúl Ávila (2007), en su libro La lengua y los hablantes, un signo “es un hecho perceptible que nos da información sobre algo distinto de sí mismo”. La ciencia que se ocupa del estudio de los signos en el seno de la vida social es la semiología.

Es a través de los signos como interpretamos el mundo que nos rodea. Por ejemplo, si vamos a un hotel y vemos en una puerta el letrero “No molestar”, sabemos que detrás de esa puerta el huésped puede estar durmiendo, bañándose, platicando, hablando por teléfono, reavivando la chispa de su relación sentimental, etcétera. Gracias a ese letrero sabemos que el sujeto no desea ser molestado; pide privacidad. Este ejemplo sería un tema de estudio en semiología.

El término semiótica se debe al filósofo estadounidense Charles William Morris. Según él, la teoría de los signos comprende tres disciplinas:



“Los dos términos, semiología y semiótica, suelen ser considerados actualmente como sinónimos, aunque en ocasiones varíe el uso de uno o del otro según el ámbito o el momento” (Hernando, 1995, p. 15).

Charles Sanders Peirce, fundador del pragmatismo y el padre de la semiótica moderna, clasifica los signos en indicios, íconos y señales.

 

No mantienen una relación o similitud con el objeto. Su comunicación no es intencional. Si vemos en la lejanía humo sabemos de antemano que hay un incendio; algo se está quemando. Humo es igual a presencia de fuego; indica peligro. Otro ejemplo de indicio es un cielo nublado, el cual nos indica que habrá lluvia. Este tipo de interpretaciones las aprendemos en el transcurso de la vida. Nadie nos enseña de forma explícita cómo leer e interpretar los indicios.


Cielo nublado, ejemplo de un indicio.

El cielo nublado es un indicio de lluvia.

Mantienen una relación intrínseca entre el objeto y la representación. Los dibujos, diagramas, mapas o planos pertenecen a este rubro. Entre más semejanza más valorado será.


Mapa, ejemplo de un ícono.

Los mapas son un ícono, ya que poseen una relación entre el terreno geográfico.

Poseen una relación con el objeto que representan, a partir de signos convencionales y elegidos de forma arbitraria por los hablantes. Ejemplo de ello son las señales de tránsito, la paloma de la paz, las cifras, los signos ortográficos, etc.


Ejemplo de señal.

Las señales son signos convencionales elegidos por una comunidad.

 

¿Qué es un signo lingüístico?


Imagen de Ferdinand de Saussure, creador de la lingüística moderna.

Ferdinand de Saussure, creador de la lingüística moderna.


Ferdinand de Saussure, en 1916, publicó el Curso de lingüística general y se enfrentó a las ideas aceptadas en su sociedad, como el pasaje bíblico de la Torre de Babel y las ideas de Platón, en donde se reúne la sustancia y la forma. A partir de estas premisas previas Saussure creó la teoría del signo lingüístico, la cual es una entidad biplánica que reúne una imagen mental y otra acústica, un significado y un significante. Saussure, frente a las viejas ideas de la Biblia y Platón, partió de la base de que el signo reúne un concepto y una imagen acústica.


La imagen acústica es una huella psíquica; cuando leemos para nosotros escuchamos nuestra voz al interior; ésta es la huella psíquica; mientras que la imagen mental son los conceptos, objetos y referencias que evocamos cuando leemos o hablamos. Así pues, el signo lingüístico es una entidad de dos caras que combina el concepto y el sonido.

El signo lingüístico posee algunas características. ¿Quieres conocerlas? Haz clic en cada concepto para desplegar el contenido; para que el contenido desplegado vuelva a su posición inicial, haz clic en otro concepto.



Se concatenan unidades mínimas con significado (monemas) y sin significado (fonemas) para formar una palabra. En la primera articulación se encuentran los monemas y en la segunda los fonemas.

La unión entre el significante y el significado es inmotivada; responde a una convención social; no existe un lazo natural entre el sonido y la imagen mental; sin embargo, hay dos tipos de motivación a la hora de crear una palabra:

1. Externa: se crean palabras a partir del sonido que emana el objeto, es decir, las onomatopeyas, tales como kiriki, don don o las cinéticas como zig-zag, borbotón, temblor.
2. Interna: la unión de palabras genera nuevas; entre ellas están sacapuntas, saltamontes, columna vertebral.


La emisión del mensaje es en una sola línea. Dos unidades no pueden empalmarse en la cadena hablada ni escrita; cada grafema y fonema tienen una posición; además, son funcionalmente distintivos.

La convención social no permite que los hablantes modifiquen el sistema de comunicación; es por ello que los diccionarios les dan identidad y autoridad como comunidad lingüística. Aparece como un compendio de fijeza que no les permite usar las reglas gramaticales y ortográficas de manera inadecuada. No es gratuito que la Real Academia Española asuma como lema “Limpia, fija y da esplendor”.

A pesar de ser inmutable, la lengua se somete a un perfeccionamiento diario. Se puede alterar a corto o largo plazo, ya sea en forma o contenido. Antes, la palabra bizarro significaba valiente, ahora denota rareza; en cuanto a forma tenemos la palabra figo, que evolucionó a higo.

Lo que importa en la palabra no es el sonido, sino las diferencias fónicas que existen entre ellas. Podemos distinguir pato de gato, beso de peso, casa de gasa, masa de pasa, hermano de hermana. Estos pequeños cambios en la forma tienen grandes repercusiones a nivel de significado.

¿Por qué las lenguas son tan diferentes?


Imagina que te dan un jabón. La instrucción es esculpirlo, darle una forma. Quizás a algunos se les ocurra un personaje de caricatura, una flor, paisaje o animal. Dependiendo de su estado de ánimo y el dominio de la técnica los resultados serán variables. Lo mismo sucede con la lengua. Al nacer somos una hoja en blanco; dependiendo del entorno en el que vivimos desarrollaremos una lengua, determinados modales, formas de cortesía, etc. Las lenguas y costumbres son tan variables; somos como esa pieza de jabón que siempre se está moldeando.

Cuando somos pequeños balbuceamos, intentando imitar las palabras que emiten nuestros padres; a los tres años (aproximadamente) somos capaces de ordenar palabras de forma adecuada y hacer oraciones sencillas; aplicamos reglas generales; las personas mayores nos corrigen con frecuencia, lo cual ocasiona una mejora constante en nuestra habla y pronunciación, hasta que llegamos a ser hablantes competentes; sin embargo, las reglas y palabras que aprendemos dependen, en buena medida, del contexto, zona geográfica en la que vivimos.

Desde la antigüedad, esta incógnita ha querido resolverse. En el Crátilo o del lenguaje, de Platón, Hermógenes comenta que “[…] en diferentes ciudades las mismas cosas tienen nombres distintos, variedad que observa lo mismo comparando helenos con helenos, que helenos con bárbaros” (Platón, 1975, p. 251). Crátilo señala que esto se debe a que los nombres se dan de forma natural. Sócrates responde: “Y Crátilo habla bien cuando dice que hay nombres naturales a las cosas, y que no es dado a todo el mundo que sólo es competente el que sabe qué nombre es naturalmente propio a cada cosa […]” (Platón, 1975, p. 255). En este fragmento se refiere a las onomatopeyas; por imitación del ruido se le asigna un nombre que tiene una relación sonora; por ejemplo, miau originó maullar y auuu, aullar.

Pero las onomatopeyas varían de un idioma a otro; el cacaraqueo de un gallo suena distinto para un oído inglés que para uno hispano.



Ejemplos de onomatopeyas del gallo en cinco países.

Onomatopeyas del gallo en cinco países.



Lo mismo sucede con las palabras. Recordemos que una de las características del signo lingüístico es la arbitrariedad:




Árbol: un mismo concepto en diferentes lenguas.



El pasaje bíblico de la Torre de Babel da otra explicación:



Sin duda, esta explicación es mítica, mientras que Saussure nos brinda una perspectiva más científica. Es preciso no perder de vista que esta duda universal aún nos persigue. Ahora sabemos que las lenguas vienen de familias comunes, como el latín que parió al español, francés, italiano, rumano, portugués, por mencionar algunas, y se debió a que el Imperio romano se extendió en Europa. Factores como invasión, conquista, migración o comercio han repercutido en un intercambio continuo de palabras, sonidos, objetos e inventos que cambian nuestra realidad física y lingüística.

Actividad. ¿Qué tipo de signo es?

La semiología se encarga del estudio de los signos, ya sea de los producidos por naturaleza o los creados por el ser humano. Imagina que Charles Peirce solicita tu ayuda.


Autoevaluación 1. Significante y significado

¿Recuerdas cómo los hablantes escriben las onomatopeyas del cacaraqueo del gallo en distintas partes del mundo?



Autoevaluación 2. El signo lingüístico y su historia

Ferdinand de Saussure, padre de la lingüística moderna, dotó al signo lingüístico de una serie de particularidades y explicó algunos porqués sobre la diversidad de lenguas.


Fuentes de información

Básicas

Ávila, R. (2007). La lengua y los hablantes. México: Trillas.

Cuba, V. (2011). Introducción a los estudios lingüísticos. La Habana: Pueblo y Educación.

Hernando, L. (1995). Introducción a la teoría y estructura del lenguaje. México: Verbum.

Complementarias

Saussure, F. (1945). Curso de lingüística general [Versión electrónica]. Buenos Aires: Losada. Consultado el 8 de noviembre de 2017 de http://fba.unlp.edu.ar/lenguajemm/?wpfb_dl=59



Cómo citar


Islas, B. M. (2018). El signo lingüístico. Unidades de Apoyo para el Aprendizaje. CUAED/FES Acatlán-UNAM. Consultado el (fecha) de (vínculo)