Los conflictos y controversias siempre han estado presentes en los individuos, grupos y personas; sin embargo, han existido distintos puntos de vista al respecto. Por ejemplo, los tradicionalistas consideran que son aspectos negativos, destructivos e irracionales que deben evitarse. En cambio, la escuela de las relaciones humanas juzga que son situaciones inevitables e incluso pueden tener algún beneficio para los grupos.
Desde el enfoque interactivo, los conflictos no son únicamente situaciones que han de tolerarse, sino que además deben fomentarse en los grupos, ya que algunos grupos armoniosos y cooperativos suelen volverse apáticos y perezosos ante las innovaciones.
El proceso del conflicto se desarrolla en cuatro etapas:
Etapa 1. Oposición potencial
En esta etapa, el primer paso es la presencia de condiciones que generen oportunidades para que se presenten los conflictos. Dichas condiciones no necesariamente conducen al comportamiento, pero sí se requiere de alguna de ellas para que se dé el conflicto.
Algunas de esas condiciones se refieren a factores como pautas de comunicación, estructura organizacional y valores personales, o bien insuficiencia de recursos, amenazas de redundancias y antecedentes de conflictos. De aquí, se desprenden los siguientes componentes:
- Comunicación
Algunos problemas pueden generarse por dificultades semánticas y malas interpretaciones que se producen en los canales de comunicación. Esto es debido a que las personas tienen diferentes proyectos, valores y metas, mas no los comunican con precisión. No se puede afirmar que la mala comunicación sea causa de todos los problemas en las organizaciones, aunque existen evidencias de que los problemas de comunicación colaboran y fomentan los malos entendidos.
- Estructura
Al hablar de estructura se hace referencia a la interrelación formal de la organización, es decir, a su tamaño, especialización y tareas que asigna a los miembros de sus grupos, sus estilos de liderazgo y grado de dependencia en los grupos. También el cambio de un tipo de liderazgo a otro puede provocar conflictos en las organizaciones.
Asimismo, la estructura tiene relación con la especialización de las organizaciones, ya que este factor es una fuerza estimulante de los conflictos. Cuando un grupo o departamento es más grande y mayores sus responsabilidades, así como el nivel de especialización que demanda, crecen las probabilidades de conflictos. Un conflicto es mayor cuando los grupos tienen pocas habilidades y se sienten amenazados.
- Variables de diferencias individuales
Algunas investigaciones han demostrado que ciertos tipos de personalidad, como las autoritarias y con poca autoestima, generan conflictos. De igual modo, las personas con sistemas de valores diferentes provocan conflictos.